lunes, 28 de abril de 2008

PARA PENSAR

Lean esta frase y piensen, en qué lugar nos paramos (o nos querríamos parar), y si hacemos algo al respecto...¡Después nos cuentan!!!!

¿Por cuál nombre conocerán las futuras generaciones a nuestro tiempo?

¿Hablarán con enojo y frustración del tiempo del Gran Desenredo, cuando el consumo despilfarrador excedió la capacidad de la tierra para sustentarnos y llevó a una rápida ola de colapsos ambientales, a una violenta competencia por lo que quedara de los recursos del planeta, y a una disminución dramática de la población humana? ¿O mirarán hacia atrás en gozosa celebración al tiempo del Gran Cambio cuando sus ancestros abrazaron el potencial de Orden Superior de sus naturalezas humanas, transformaron la crisis en oportunidad y aprendieron a vivir en una sociedad creativa el uno con el otro, y con la misma Tierra?
En estos tiempos turbulentos y a menudo atemorizantes, es importante recordarnos a nosotros mismos que somos privilegiados en vivir en el momento más excitante de toda la experiencia humana. Tenemos la oportunidad de abrazar a la Comunidad de la Tierra por medio de una consciente elección colectiva.
David Korten*

Recomendaciones!!!!!

Hoy empezamos con una nueva sección dentro de nuestro blog, el de recomendarles programas, revistas, libros, películas, que consideramos interesantes para compartir. El recomendado de hoy es el canal Encuentro (VCC 6 en el cable local). Sáquense de la cabeza el prejuicio de que es un canal estatal, del ministerio de Educación de la Nación, es de lo mejor que puede verse hoy en día. En general toda la programación es de primer nivel, pero les recomendamos los siguientes programas:
*"Alterados por PI", Matemáticas para chicos y grandes, realiza Adrián Paenza
*"Mejor hablar de ciertas cosas", Problemáticas sociales, realiza Gastón Pauls, recomendable verlo juntos padres e hijos adolescentes
*"Proyecto G", divulgación científica, aborda temas de Genética, Costumbres, Antropología y Biología, realiza Diego Golombek
*"Pequeños universos", música y cultura de los más diversos rincones de nuestro país en una riquísima y delicada búsqueda conducida por Chango Spasiuk (uno de los mejores exponentes de la música de nuestro país, escúchenlo!!!)
*"Pueblos originarios", una mirada atenta a las comunidades aborígenes que aún habitan en nuestro país.
¡Véanlos y después nos cuentan qué opinan!!!

lunes, 21 de abril de 2008

De nuevo la violencia

De nuevo la violencia. Cuántas veces vemos en los noticieros informes sobre peleas en las escuelas de Buenos Aires, chicos golpeados por patotas; filmaciones en Internet que muestran peleas, batallas entre grupos de escuelas, exhibidas como trofeos, captadas por otros chicos, celular en mano, improvisados cronistas de guerra…como todo en nuestro mundo, “pasa en otro lado, a otros chicos, Baires es una ciudad violenta, hay mucho marginado…” Pero en Calafate también pasa, ya tuvimos chicos pateados hasta la inconciencia por una patota el año pasado, y ahora un grupo (o debería decir una patota, con todo el dolor del alma porque son chicos que vimos crecer a diario, hijos de familias que conocemos) de una escuela que busca a los de otra para arreglar cuentas, los otros que planean devolver la afrenta y organizan la pelea, mientras ya hay un chico en el hospital con heridas serias y filmaciones circulando de celular en celular y quién sabe dónde termina…y uno habla con ellos y no parece importarles… y es serio, y es responsabilidad de todos, hagámonos cargo sin dudarlo, de lo que nos toca como docentes, como padres, como comunicadores sociales, cuánta discriminación , cuánta violencia les mostramos a diario, en la calle, verbalmente, en los programas de radio y televisión, en los juegos electrónicos…ya les enseñamos a perder la capacidad de asombro, si no es electrónico y con un par de gigas de memoria no existe, si no lo tenés tampoco existís xq no t puedo mandar 1 sms xra decir t q t odio!!!!
¿Vamos a hacer algo o seguimos mirando para otro lado? ¿La culpa va a seguir siendo de otro? ¿Vamos a esperar que sea nuestro hijo el que aparezca fieramente golpeado para sentir que es NUESTRO PROBLEMA?
Gabriel

miércoles, 9 de abril de 2008

PARA PENSAR

A veces, en las situaciones de confrontación, nos ponemos de un lado o de otro; sin embargo, a veces esta opción la hacemos sin tener toda la información, u olvidamos otras opciones que tomamos antes...Les comparto este texto escrito por alguien que realmente SABE de qué está hablando. Acordémonos que antes que el gobierno o los productores está la tierra en la que vivimos TODOS.
Gabriel
REHENES DE MONSANTO
(O COMO BRAMAN LAS CACEROLAS LLENAS DE SOJA DEL OBELISCO, Y NADIE OYE LAS CACEROLAS SIN TIERRA DE SANTIAGO DEL ESTERO). Dedicado a la gente del Mocase, y a los expulsados por la soja, la codicia, la ineptitud de los gobiernos, las topadoras y los plaguicidas.

Por Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo.Premio Nóbel Alternativo (Estocolmo, Suecia)Presidente de FUNAM.Profesor Titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina).
Qué duro es sentirse minoría en un país de falsas mayorías. Qué duro es ver que el gobierno nacional y los ruralistas luchan entre sí cuando son cómplices necesarios del país sojero. Qué duro es ver cacerolas relucientes y llenas de soja RR en el asfalto civilizado de Buenos Aires. Que duro es ver las cacerolas renegridas y sin tierra de los campesinos de Santiago del Estero. Que duro es ver a los estudiantes de universidades argentinas con sus carteles de apoyo a los ruralistas en huelga, como si Monsanto y el Che Guevara pudieran darse la mano. Que duro es recordar que esas cacerolas relucientes, esos estudiantes movilizados y esas familias temerosas del desabastecimiento no salieron a la calle cuando los terratenientes de este siglo XXI expulsaron a familias y pueblos enteros para plantar su soja maldita. Qué duro es ver la furia ruralista al amparo de reyes sojeros como el Grupo Grobocopatel. Qué duro es ver el rostro reseco de Doña Juana expulsada, de doña Juana sin tierra, de doña Juana con sus muertos bajo la soja. Qué duro es ver que se cortan las rutas para que China y Europa no dejen de tener soja fresca, y para que Monsanto no deje de vender sus semillas y sus agroquímicos. Qué duro es comprobar, con los dientes apretados, y con el corazón desierto y sin bosques, que nadie habló en nombre de los indígenas expulsados de sus territorios, de sus plantas medicinales, de su cultura y de su tiempo para que la soja y el glifosato sean los nuevos algarrobos y los nuevos duendes del monte. Qué duro es ver con las manos y tocar con los ojos que nadie habló en nombre de los campesinos echados a topadora limpia, a bastonazos y a decisiones judiciales sin justicia para que ingresen el endosulfán, las promotoras de Basf y las palas mecánicas con aire acondicionado. Qué duro es saber que nadie habló en nombre del suelo destruido por la soja y por el cóctel de plaguicidas. Qué duro es comprobar que muchos productores, gobiernos y ciudadanos no saben que los suelos solo son fabricados por los bosques y ambientes nativos, y nunca por los cultivos industriales. Qué duro es saber que para fabricar 2,5 centímetros de suelo en ambientes templados hacen falta de 700 a 1200 años, y que la soja los romperá en mucho menos tiempo. Qué duro es recordar que el 80% de los bosques nativos ya fue destrozado, y que funcionarios y productores no ven o no quieren ver que la única forma de tener un país más sustentable es conservar al mismo tiempo superficies equivalentes de ambientes naturales y de cultivos diversificados. Qué duro es observar cómo se extingue el campesino que convivía con el monte, y cómo lo reemplaza una gran empresa agrícola que empieza irónicamente sus actividades destruyendo ese monte. Qué duro es ver que el monocultivo de la soja refleja el monocultivo de cerebros, la ineptitud de los funcionarios públicos y el silencio de la gente buena. Qué duro es saber que miles de Argentinos están expuestos a las bajas dosis de plaguicidas, y que miles de personas enferman y mueren para que China y Europa puedan alimentar su ganado con soja. Qué duro es saber que las bajas dosis de glifosato, endosulfán, 2,4 D y otros plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal de bebés, niños, adolescentes y adultos, y que no sabemos cuántos de ellos enfermaron y murieron por culpa de las bajas dosis porque el estado no hace estudios epidemiológicos. Qué duro es saber que los bosques y ambientes nativos se desmoronan, que las cuencas hídricas donde se fabrica el agua son invadidas por cultivos, y que Argentina está exportando su genocidio sojero a la Amazonia Boliviana. Qué duro es comprobar que las cacerolas relucientes son más fáciles de sacar que las topadoras y el monocultivo. Qué duro es comprobar que en nombre de las exportaciones se violan todos los días, impunemente, los derechos de generaciones de Argentinos que todavía no nacieron. Qué duro es ver las imágenes por televisión, los piquetes y las cacerolas mientras las almas sin tierra de los campesinos y los indígenas no tienen imágenes, ni piquetes, ni cacerolas que los defiendan. Qué duro es comprobar que estas reflexiones escritas a medianoche solo circularán en la casi clandestinidad mientras Monsanto gira sus divisas a Estados Unidos, mientras las topadoras desmontan miles de hectáreas en nuestro chaco semiárido para que rápidamente tengamos 19 millones de hectáreas plantadas con soja, y mientras miles de niños argentinos duermen sin saber que su sangre tiene plaguicidas, y que su país alguna vez tuvo bosques que fabricaban suelo y conservaban agua. Muy cerca de ellos las cacerolas abolladas vuelven a la cocina.

Dr. Raul A. Montenegro, BiologoPresidente de FUNAMPremio Nobel Alternativo 2004 (RLA-Estocolmo, Suecia).Profesor Titular de Biologia Evolutiva,Universidad Nacional de Cordoba (Argentina)

viernes, 4 de abril de 2008

Por Carlos Fuentealba

Hoy no hay chicos ni maestros en la escuela. Un año atrás la intolerancia de aquellos que piensan que gobernar les da impunidad para hacer lo que quieran se nos llevó a un maestro en Neuquén; uno de ésos que, como no podría haber sido de otra manera, era querido por todos aquellos que compartían con él el diario trajinar de la escuela. Nosotros no lo conocíamos entonces, pero la noticia nos hizo ponerle nombres de seres queridos, maestros, amigos, para poder entender de alguna manera semejante barbarie, como alguien puede considerar "peligroso" a un maestro que trabajaba tratando de darle un lugar en el mundo a pibes para quienes el mundo de los Sobisch y Cía no tiene cabida...
Jorge Fandermole, en una canción dedicada a Kosteki y Santillán escribió esto que quisiera hacer extensivo a Carlos Fuentealba:
"...yo no llevaba un arma entre las manos, sino en el franco pecho dolorido...y el pecho es lo que me vieron armado, y en el corazón todos los peligros...la mano que me mata no me llega ni al límite más bajo de mi hombría, aunque me arrastran rojo en las veredas con una flor abierta a sangre fría...hoy necesito un canto piquetero que me devuelva la voz silenciada, que me abra por la noche algún sendero pa´que vuelva mi vida enamorada..."
Hoy no hay chicos ni maestros en la escuela. Por lo que nos pasó, y para que nunca más vuelva a pasar.
Gabriel